martes, 29 de noviembre de 2011

La Puerta de Marchena........

Se trata de una magnífica obra arquitectónica del gótico final. La portada del antiguo palacio de los Duques de Arcos en Marchena data de finales del siglo XV, con posterioridad pasará a ser propiedad del Duque de Osuna en el siglo XVII. Se trata de una interesante obra que conjuga a la perfección la decoración gótica con elementos renacentistas, consecuencia evidente de la fecha tan avanzada en que se realiza con el Renacimiento expandiéndose en plenitud, aunque como podemos comprobar en España todavía priman las formas medievales góticas. Hay quienes se aventurar a atribuir la ejecución de esta magnífica portada a la mano del genial arquitecto Juan Guas tanto por motivos estilísticos como por la relación de este con el linaje de los propietarios del palacio. Hacía el año 1540 la portada sufrió una pequeña modificación, en la que se le añadió la reja de la parte superior y las esculturas.

En la actualidad la portada se encuentra en los jardines del Alcázar de Sevilla. Fue colocada allí durante el verano del año 1913 por expreso deseo del rey Alfonso XIII. La portada comunica la llamada Huerta del Retiro con el jardín de la China. La portada fue adosada a la torre del Enlace y fue adquirida de su peculio particular por parte de S.M. el rey Alfonso XIII en la subasta de los bienes de la Casa Ducal de Osuna siendo comprada en su nombre por don Benigno Vega Inclán y Fratel, Marqués de Vega Inclán, y Regidor Regio para asuntos de Turismo, que era un experto en jardines además. La puerta costó un total de 8.850 pesetas incluyendo montaje y embalaje.

Después de la muerte en el año 1882 de don Mariano Téllez Girón, Duque de Osuna, sus deudas eran importantísimas. En estas circunstancias los acreedores se lanzaron sobre el patrimonio del Duque. De esta forma se daba el pistoletazo de salida al expolio del palacio ducal, gestionado por las manos de prestamistas y comerciantes sin escrúpulos. En este ambiente mercantilista nuestra puerta estuvo a punto de marchar a los Estados Unidos, pero el buen criterio del rey además de su adquirido derecho de retracto en nombre de Estado de España lo evitaron. Como referíamos anteriormente la puerta fue montada en los jardines del alcázar sevillano en el año 1913. Las obras de instalación de la puerta en su nuevo emplazamiento fueron supervisadas por el arquitecto Vicente Traver y Tomás.

La puerta del palacio ducal fue adquirida por el rey en el año 1912, asesorado por el mencionado Marqués de Vega Inclán, ante la pasividad del ayuntamiento de la localidad que permanecía impávido ante el brutal expolio de la probablemente mayor joya patrimonial de la localidad junto con la Iglesia de San Juan Bautista. El alcalde que en aquellos momentos ocupaba el cargo era don Ricardo Calderón Gutiérrez, del Partido Liberal.


La Puerta de Marchena en su actual emplazamiento en los jardines del Alcázar de Sevilla.

Emplazamiento original de la Puerta de Marchena cuando formaba parte del palacio ducal.
GONZALO LOZANO

martes, 22 de noviembre de 2011

El capataz Salvador Dorado “El Penitente”, salvó al Cachorro de las llamas republicanas en el año 1936

Nos situamos en el verano del año 1936, Sevilla vive aterrada las primeras horas del levantamiento militar aquel 18 de julio. Especialmente cruentos son los sucesos en la zona de la Macarena, donde son quemadas y saqueadas todas las iglesias, y en el viejo arrabal trianero.

Las hordas comunistas reforzadas con personal procedente de la sierra onubense avanza descontrolada por la calle Castilla después de haber saqueado y mutilado a los titulares de la Hermandad de la O, su destino es ahora la Capilla del Patrocinio.

A las puertas de la capilla un joven trianero, republicano y ateo, escopeta en mano, llamado Salvador logra disuadir a la multitud de sus intenciones. Ese joven cuyo nombre completo era el de Salvador Dorado Vázquez al que apodaron “El Penitente”, se convertiría con el tiempo en uno de los capataces más grandes de la historia.

Este hombre que salvó de ser pasto de las llamas al Cristo de la Expiración y a la Virgen del Patrocinio, pasado el tiempo incluso llegó a ser el capataz de la Hermandad durante varios años a mediados de la década de los años cincuenta del pasado siglo XX.

Este heroico comportamiento del “Penitente” está recogido a modo de reconocimiento en el libro de actas de la Hermandad del Cachorro con fecha 10 de abril del año 1939, en el cual se detalla los hechos ocurridos aquel 18 de julio del año 1936 en las puertas de la capilla de la calle Castilla.


Libro de actas de la Hermandad del Cachorro


GONZALO LOZANO

jueves, 17 de noviembre de 2011

La Esperanza de Triana: "el aspecto actual de la dolorosa"

LA ESPERANZA DE TRIANA
El aspecto actual de la dolorosa trianera es el resultado de un complejo proceso evolutivo y formal, que se prolonga a través del tiempo

Según los expertos la imagen de la Esperanza de Triana es una talla de candelero de 1´70 cm atribuida a la gubia de Juan de Astorga, y datable en la primera mitad del siglo XIX, apuntándose el año 1816 como el primero en el que realizó la estación de penitencia la talla de la Virgen.

La noche del día 2 de mayo del año 1898 se declaró un incendio en la entonces residencia canónica de la Hermandad, la iglesia trianera de San Jacinto, afectando principalmente al altar en el que se encontraba la Virgen. Como consecuencia de ello la imagen de la Virgen de la Esperanza quedó en unas condiciones lamentables, la prensa de la época hablaba de imagen totalmente quemada.

Tras el incendio, el encargo de realizar la restauración (1), como se denominó en aquella época, fue el hijo del teórico escultor de la misma, Gumersindo Jiménez Astorga. Posteriormente hacia el año 1910 la imagen fue retocada por la gubia de José Ordóñez.

En el año 1929 la imagen fue llevada al taller de Antonio Castillo Lastrucci, situado en la calle San Vicente, allí la imagen fue sometida a un profundo proceso integral de restauración, le fue realizada una nueva mascarilla y unas nuevas manos. En palabras del propio Castillo Lastrucci y del también imaginero Antonio Illanes Rodríguez, se realizó la nueva imagen de la Esperanza de Triana, la que actualmente se venera en la calle Pureza.

Como prueba documental en el Libro de Razón (2) del taller del imaginero, aparece anotado en el folio tercero “1929. Virgen de la Esperanza. Hacerle mascarilla y manos. 500 pesetas”.

En el año 1981 Luis Álvarez Duarte le repolicromó, este mismo imaginero en el año 1989 le cambió la encarnadura en una polémica intervención, en la que fue acusado de cambiar la morfología de la imagen.

Simplemente me voy a limitar a mostrar una serie de fotografías que marcan y determinan la evolución que ha sufrido la imagen a lo largo del tiempo. Que cada uno saque sus propias conclusiones.

(1) En aquella época se consideraba como criterio adecuado de restauración, la reproducción más fidedigna del original.

(2) Vendría a ser lo que entendemos hoy, como un libro de registros, en el que se llevaría el control del taller (inventario y contabilidad).
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LA ESPERANZA DE TRIANA DE JUAN DE ASTORGA

Aspecto original de la Virgen de la Esperanza de Triana, obra realizada por Juan de Astorga. La fotografía corresponde al año 1816, cundo la dolorosa realizó su primera estación de penitencia.


LA ESPERANZA DE TRIANA DESPUÉS DEL INCENDIO

Estado de la Esperanza de Triana después de la intervención de Gumersindo Jiménez Astorga tras el incendio del año 1898


LA ESPERANZA DE TRIANA ANTES DE “CASTILLO”

En el año 1910 la Hermandad encargó una nueva intervención sobre la imagen de la dolorosa a José Ordóñez al no estar ésta satisfecha con el resultado de la intervención anterior, efectuada como consecuencia del incendio del año 1898


LA ESPERANZA DE TRIANA DESPUÉS DE “CASTILLO”

La Esperanza de Triana todavía en el taller de Antonio Castillo Lastrucci, una vez terminada la intervención del año 1929


LA ESPERANZA DE TRIANA ENTRE LAS INTERVENCIONES DE ÁLVAREZ DUARTE

En los años 1981 y 1989 el imaginero Luis Álvarez Duarte intervino sobre la imagen de la Esperanza de Triana, a estos dos años corresponden las fotografías. La segunda de ellas y hasta hora última intervención de la dolorosa trianera, despertó una gran polémica.

GONZALO LOZANO

miércoles, 9 de noviembre de 2011

El antiguo titular de la Hermandad de la Macarena, el Cristo del Amor

La Hermandad de la Macarena se fundó en torno a la imagen de un Crucificado a finales del siglo XVI, como era lo habitual en aquella época en los orígenes de la mayoría de las hermandades. La fundación se produjo en la iglesia conventual de San Basilio por los hortelanos de la zona, siendo inicialmente la imagen del Crucificado de papelón, y tomando a la advocación de la Esperanza (casualmente era la patrona de los Basilios, que eran los inquilinos del templo donde se estableció la Hermandad) para la imagen marina.

Inicialmente la Hermandad realizó sus primeras estaciones penitenciales acompañando sus cofrades a la Hermandad de la Humildad hasta que en el año 1624 comenzó a realizarla en solitaria, con sus titulares, el Crucificado y la Virgen de la Esperanza. En el año 1630 la Hermandad contrató con el escultor afincado en Sevilla Pedro Nieto la hechura de la imagen de un nuevo Crucificado para sustituir al deteriorado Cristo de papelón, y dar más realce a su desfile penitencial.

Corría el año 1653 cuando la Hermandad decidió trasladarse hasta la vecina parroquia de San Gil, instalándose con sus imágenes en su capilla propia. Tan sólo un año después, en 1654, la Hermandad redactó nuevos artículos para sus reglas incorporando el título de la “Injusta Sentencia de Cristo”, encargando al escultor Felipe Morales Nieto la talla del nuevo titular de la Hermandad, la imagen del Señor de la Sentencia.

Se tiene constancia de que en el año 1658 la Cofradía salía con tres pasos: el Cristo de la Sentencia, el Cristo Crucificado y la Virgen de la Esperanza, según las cuentas que en el citado año presentó el Mayordomo de la Hermandad D. Juan de Lineros y Bravo. Desde la Semana Santa del año 1720 dejó de salir en el cortejo el paso del Crucificado. La imagen del Crucificado irá cayendo paulatinamente en el olvido, permaneciendo en la capilla de la Hermandad en la iglesia de San Gil, hasta la trágica desaparición del año 1936.

Cristo del Amor, esta era la advocación del antiguo titular de la Hermandad de la Macarena. El Cristo obra del escultor Pedro Nieto (1630) desapareció en el incendio de la parroquia de San Gil el día 18 de julio del año 1936, que era la sede canónica de la Hermandad entonces.

Pedro Nieto Montañés fue un escultor del siglo XVII, del que no se conocen las fechas de nacimiento y defunción. Su actividad artística está documentada en Sevilla entre los años 1610 y 1643. Se formó como aprendiz durante siete años (1610-1617) en el taller de Francisco de Ocampo y Felguera.

Los rasgos morfológicos de la talla nos recuerdan a las formas manieristas del Cristo de Burgos obra realizada por el salmantino Juan Bautista Vázquez “El Viejo”, 1573, con el cual mantuvo relaciones profesionales Andrés de Ocampo, tío y maestro del referido Francisco de Ocampo y Felguera, a su vez maestro de Pedro Nieto.

Resulta paradójico como la imagen primigenia en el origen de la Hermandad de la Macarena fue dejada a la suerte de las hordas comunistas, esas que quemaron las iglesias del barrio (San Gil, San Julián, San Marcos Santa Marina, San Román…), cuando los miembros de la corporación se preocuparon de esconder al Señor de la Sentencia, la Virgen del Rosario y a la Esperanza Macarena. Está claro que para esas fechas del pasado siglo XX, el Crucificado de Pedro Nieto no pertenecía ya al nuevo espíritu macareno, ese nuevo espíritu cimentado en las geniales ideas y diseños de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, que fueron financiados con la cartera del diestro José Gómez Ortega “Gallito”.

El resultado es que se perdió una maravillosa obra de arte como consecuencia de la desidia y falta de preocupación de los dirigentes macarenos del año 1936, una obra que a poco que se hubiesen preocupado, hoy seguiría estando con nosotros. De todas formas desde hacía mucho tiempo la propia Hermandad había decidido postrar en el anonimato a la imagen del Crucificado, como demuestra las escasas referencias al mismo y a su advocación, en los documentos d la Hermandad.


Cristo del Amor, esta era la advocación del antiguo titular de la Hermandad de la Macarena. Obra realizada en el año 1630 por el escultor Pedro Nieto Montañés. La imagen desapareció en el incendio de la parroquia de San Gil el día 18 de julio del año 1936.

GONZALO LOZANO

jueves, 3 de noviembre de 2011

Luto en la música procesional de Marchena





Las distintas formaciones musicales de la localidad, acuerdan 3 días de luto, tras el fallecimieto de la esposa del Director de la Banda de Cornetas y Tambores María Stma. de la Palma.

Las restauraciones de Mª Stma. de Mayor Dolor y Traspaso, titular de la Hermandad del Gran Poder de Sevilla

Para la gran mayoría el Señor del Gran Pode es el referente y sentido de la Hermandad, pero pocos se paran en que la imagen que da antigüedad a la misma es la de la Virgen, no obstante desde el año 1431 cuando se funda la Hermandad, hasta bien entrado el siglo XVII, la Hermandad es conocida como la del “Traspaso”.

En el año 1798 la Hermandad del Gran Poder contrata con un imaginero anónimo la ejecución de una nueva cabeza para su imagen titular, el encargo fue realizado por el mayordomo de la corporación, D. Manuel Benjumea. Según el documento del contrato la cabeza había de ser “de excelente gusto y buena disposición”. Está fue realizada en cedro real.

Desde la mitad de la década de los años cincuenta hasta la década de los años setenta inclusive, se extendió la moda entre las hermandades sevillanas de retallar y de sustituir sus dolorosas primitivas. Podemos citar innumerables ejemplos (El Silencio, Pasión, La Candelaria, Los Negritos, El Amor, San Isidoro…). Igualmente ocurre con la dolorosa que nos ocupa.

En el año 1954 el imaginero Antonio Illanes Rodríguez le afianza la cabeza al candelero además de retallar la mascarilla original alterando sus rasgos primitivos. Posteriormente en el año 1978 Francisco Peláez del Espino le realiza una intervención en la que se altera la policromía de la imagen apareciendo está demasiado oscura. Un año después, en 1979, Luis Ortega Bru la vuelve a restaurar, retornando a una policromía de colores más claros, llegando de esta forma al estado en el que actualmente la conocemos.

María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso
antes de la intervención de Antonio Illanes Rodríguez, en el año 1954


 María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso en el año 1965,
después de la intervención de Antonio Illanes Rodríguez, en el año 1954



 María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso después de la intervención del año 1978,
realizada por Francisco Peláez del Espino



María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso en la actualidad,
después de la restauración de Luis Álvarez Duarte en el año 1979


GONZALO LOZANO