 |
| Mayo de 1939, el Señor luce por última vez la túnica “persa” sobre el paso con motivo de la procesión extraordinaria de acción de gracias por la finalización de la Guerra Civil. |
Muchas han sido las generaciones de sevillanos que se han visto privadas de contemplar al Señor con alguna de sus maravillosas túnicas bordadas durante la estación de penitencia la madrugada del Viernes Santo a la Santa Iglesia Catedral, desde que en el año 1915, la hermandad decidiera atender la petición de un grupo de hermanos que proponían el color púrpura liso como el ideal para la túnica del Señor durante la salida procesional del Viernes Santo.
Ese grupo de hermanos estaba encabezado por los influyentes José Gestoso, Muñoz y Pavón y González Abreu. Los planteamientos estéticos, así como los gustos personales se impusieron desgraciadamente robando al pueblo la posibilidad de contemplar al Señor en su paso procesional con sus maravillosos tesoros bordados. Sólo en alguna ocasión aislada como la Semana Santa de 1948 o la salida extraordinaria del año 1939, con motivo de la finalización de la Guerra Civil, permitieron volver a contemplar la estampa del Señor con alguna de sus túnicas bordadas.
En el año 2008, última Semana Santa del primer mandato de la junta encabezada por don Enrique Esquivias de la Cruz, esta, determinó devolver a la ciudad de Sevilla la añeja estampa del Señor con una de sus túnicas bordadas, para esta ocasión la elegida fue la denominada como túnica de los “cardos”, pieza realizada por las hermanas Antúnez en el año 1881 y que había sido restaurada el año anterior por la hermandad.
Ahora recién comenzada la Cuaresma del año 2012, víspera de la última Semana Santa del anteriormente referido Hermano Mayor, añadido al aliciente de la restauración integral del paso del Señor son muchos los sevillanos que anhelen volver a ver al Señor con una de sus maravillosas túnicas bordadas. A caso podría ser el año en el que nuevamente el Señor volviera a posesionar con la conocida como túnica “persa”, realizada por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en el año 1908, y que desde la salida extraordinaria de mayo de 1939 no ha vuelto a ser utilizada por el Señor en Semana Santa. En sólo unas semanas saldremos de la duda.
Sería impresionante ver al Señor sobre su paso recién restaurado con la túnica “persa” que completa a la perfección el conjunto del paso recién remozado con los faldones en tonos burdeos semejantes a los de la túnica. Esperemos que Enrique y su gente nos deje un último regalo antes de abandonar la nave que tan espléndidamente han pilotado durante estos ocho años, gracias por todo.
GONZALO LOZANO